El Confidencial: "El rap español, una máquina de producir machirulos millonarios"
Alberto Olmos, novelista, crítico y periodista, ha publicado un artículo titulado: Rap en español, del barrio a la fama sin decir nada. Un artículo en el que daba su opinión sobre el panorama de este género musical en nuestro país. Olmos se muestra bastante crítico con el mismo, e incluso en algunos momentos bastante hiriente con los raperos españoles. Tanto los novatos como los veteranos. Lo cierto, es que el repertorio de artistas que cita en su alegato, es bastante reiterativo, llevándonos a valorar si acaso no se habrá dedicado solo a la parte del panorama que a él le interesa para dar su opinión. Vamos a ver que nos dice El Confidencial sobre el rap nacional.
El rap, la música de los kinkis y los ladrones
El artículo arranca con una frase bastante potente en su segundo párrafo: "El rap en español lleva 30 años dando trabajo a gente que si no, a lo mejor le estaba robando la casa". Si lo juntamos con la frase que cierra el párrafo: "Los raperos no son políticamente incorrectos, son de Aluche", ya lo tendríamos, premio al clasismo más castellano. Para empezar, no vemos donde está el problema de que la gente de barrios con menos recursos encuentre una salida digna como la música ante un futuro más bien jodido, pero se ve que a Olmos esto le molesta. Para seguir, bueno... está claro que la diferencia entre ser o no ser políticamente incorrecto está en el dinero que se maneje en el barrio del que sales. Una buena dosis de elitismo nada más arrancar.
Comenta Olmos que el rap no sale en los medios de comunicación españoles por ser "abrasivo". Bueno, dejando a un lado que los medios en España nunca se han caracterizado por su modernidad y adaptación al cambio (y que están demasiado centrados en el reggaeton y el pop) se le ha debido olvidar que La Resistencia es uno de los programas punteros del país, e invita a muchos raperos. Se le debe olvidar también el programa Ritmo Urbano, en TVE, o las apariciones cada vez más comunes de raper@s nacionales en los medios de comunicación.
Pero, el autor lleva todo el verano (estamos a mediados de agosto) viendo vídeos en Youtube (muchas veces) de rap, y es todo un especialista en este género. Sus referencias están claras: Natos y Waor, Costa y Ayax y Prok. Aunque mencione a más artistas, la mayoría de sus alegatos se centran en estas figuras, con leves referencias a otros como el Jincho o Delaossa. También controla a la vieja escuela, por ello Frank T, Kase.O o Mucho Muchacho no se libran de aparecer mencionados, pero tampoco profundiza mucho más allá. Para qué, todos dicen lo mismo.
Clase de historia, pero sin fundamento
El autor, que precisa demostrar que es un ducho en la materia, no puede evitar dar una master class de la historia del Hip-Hop en España. Como no, lo que nos cuenta es la historia de la base militar de Torrejón y su impacto en Madrid, y ya. Porque soltando este dato, que fácilmente se puede encontrar con una breve búsqueda en la web, ya ha hecho su tesis. Por el camino califica al Hip-Hop de subcultura urbana (lo cual es gracioso cuando esta tuvo un impacto notable en la sociedad americana y su expresión cultural en los 80, pero eso es otra película).
Otro ataque totalmente gratuito del autor le cae al Breaking, sobre el cual da gracias por haber desaparecido del panorama disuelto en la escalada. No se debe haber enterado de que ambas disciplinas se han vuelto deportes olímpicos. Por otro lado, si se refiere a España, pues... igual no ha escuchado hablar de grupos como Supremos, XVIII Generation, Malaganzters o Fusion Rockers, que han competido en la mayor parte de Europa y países tan lejanos como Korea, países donde si se valora este tipo de disciplinas y no se goza aún de unos prejuicios dignos del medievo. Tampoco se debe haber enterado de cuando Double KO gano el show de la BOTY 2015, demostrando el nivel de los b-boys españoles, ni ha escuchado sobre eventos españoles como Proyecto Sureste, El Duelo del Desierto o la Street Battle O Marisquiño. Porque el breaking, se ha disuelto en la escalada, gracias a Dios.
Las batallas de gallos no se libran
Olmos las califica de "show sonrojante", tampoco se libran de la crítica sin sentido. Para comenzar, para el autor solo participan chicos. Nos gustaría saber que opina sobre esto Sara Socas. Si bien el papel de la mujer en la escena del rap se ha visto en un segundo plano durante mucho tiempo, parece que el autor no se ha dado cuenta del cambio vivido en este sentido en los últimos años con figuras como Santa Salut, Gata Cattana, Las Nynias del Corro, y un sin número de mujeres más.
El resumen de este tipo de encuentros que se hace en El Confidencial: "..se insultan en rima asonante y gana uno según la gente le vitoree más o menos". Parece ignorar el autor que las competiciones de ingenio mediante rimas no son un fenómeno que se pueda enmarcar únicamente en las batallas de gallos, sino que tienen su paralelismo etnográfico en distintas zonas de España, como podrían ser las regueifas gallegas, y funcionan exactamente igual. A la España castiza por tradición también le gusta cuando uno presume de ser más listo metiéndose con el resto.
Objetivo: Make money
Para el autor, el rap se basa en hacer dinero. No hay aspiraciones más allá del hacer dinero para los artistas. No ganan en conocimiento musical, solo ganan en caché. Por que para el, debe estar mal visto que alguien intente vivir de su esfuerzo, a diferencia de lo que hacen todos los artistas de pop, rock, flamenco, reggaeton, reggae o cualquier otro género que dan conciertos gratis. O los futbolistas, que después de pegarle patadas a un balón se van a hacerse sus turnos como cajeros del Mercadona. Porque, ¿En qué cabeza cabe que un chaval de barrio prefiera vivir de la música antes que de trabajar de camarero?¿Cómo alguien que no se pueda pagar los estudios o venga de un barrio con pocos recursos va a siquiera pensar que puede vivir de otra cosa que no sea de paleta de obra? ¡Menudo insulto para esta nuestra gloriosa sociedad!.
Por ello, el autor distingue entre dos claras temáticas dentro de la música rap: La exaltación del barrio y la exaltación de la fortuna adquirida. Un artista como Kase.O, posiblemente el culmen del rap en España a todos los sentidos, no tiene una sola canción que no sea de egotrip. Los Chikos del Maiz, Toteking, Santa Salut, Sho-Hai, Sfdk, SonDaRua, Lágrimas de Sangre (entre muchísimos otros), o incluso los mal citados Ayax y Prok solo tienen temas de egotrip y no tocan temáticas sociales. Porque no existió la polémica del tema de Ayax de Polizzia. Porque no acabamos de vivir hace unos meses el caso de Pablo Hasel. Porque es que el rap en Español, solo habla de hacer dinero y el rap de denuncia no funciona.
Los raperos chungos
El rap de la droga y las putas. Al autor le parece sorprendente que gente que trata temas ilegales en sus letras tenga éxito en España. El mismo se responde diciendo que los raperos hablan de sus barrios: En un país donde crece el paro juvenil, donde se arrastra la resaca de una crisis y una pandemia, y desaparecen las oportunidades ante un planteamiento económico basado en los chiringos de playa para guiris, le sorprende que la gente joven se identifique con alguien que dice que se droga. Es para ello, totalmente necesario detallar el videoclip de Hielo de Costa, al que le dedica más líneas que al origen del Hip-Hop español en Torrejón.
Igual de fascinante le parece el éxito de Natos y Waor, de los que no parece entender como han marcado a una generación que se sentía tan perdida por un modelo social tan podrido, que encontraba en la música del dúo madrileño una referencia a seguir. Fenómeno que en su día se dio con Violadores del Verso, y antes de ello con CPV. Le parece mal al autor que alguien dedique su vida al rap, y se sienta orgulloso de ello. Porque, ¿Cómo va a poder ser el rap una vocación? ¿Cómo se va a tener éxito a través de él?. Si solo son drogas y putas.
¿Para qué vamos a intentar dar una opinión objetiva del rap español, si podemos coger tres ejemplos y direccionarlos mal? ¿Para qué vamos a cultivar una opinión fundamentada y plasmarla en un periódico, si podemos escribir sobre los cuatro vídeos de YouTube que hemos visto este verano?. Pues eso. A citar a Mucho Muchacho.