Cómo Wu-tang convirtió una película de kung fu en la obra maestra del rap.
Wu-Tang Clan es uno de los grupos más influyentes de la historia del Hip-Hop. Reconocido internacionalmente, influyente en todos los artistas que vinieron después, destacó como una agrupación sin fisuras, en la que todos sus componentes brillaban por su talento, aportando y formando una gran agrupación casi perfecta. Algo tremendamente difícil cuando hablamos de un grupo que llegó a tener diez miembros activos y una larga lista de colaboradores asiduos.
Obviamente, no le vamos a contar nada nuevo a nadie con esto, Wu fue uno de esos grupos que traspasaron las fronteras del rap cuando el género era solamente una música de nicho, y todo el mundo sabe de su importancia.
De lo que queremos hablar hoy es de uno de los elementos que influyó en el sonido del grupo, marcó su estilo y los hizo destacar sobre todo el panorama. Hablamos de la relación de Wu-Tang Clan con la filosofía del Tao, las artes marciales, y en general los remanentes de la cultura asiática que llegaron hasta Estados Unidos, y que cautivaron a buena parte de su sociedad, incluidos los miembros del grupo, especialmente su líder, RZA.
El auge del cine kung fu
En la década de los años 40, dentro del denominado cine de acción de Honk Kong surgió un subgénero que se centraba en la exhibición del arte marcial, bajo un punto de vista "realista, dejando de lado la fantasía del subgénero preeminente hasta el momento, el wuxia.
En los 70, el género alcanzó su pico de popularidad, llegando al público internacional y alcanzando nuevos presupuestos con la aparición de Bruce Lee, que trasladó el género a USA. Las temáticas de las películas de Lee, muy centradas en el anti-imperialismo, atraían la atención de minorías y comunidades marginales como la afroamericana.
Tras la muerte de Lee, el genero amplió su registro hacia la comedia, debido a la crisis económica, y con la aparición de Jackie Chan y la película de Drunken Master, lo que lo popularizó más aún, hasta el punto de que a finales de los 80 y principios de los 90 se comienza a notar la influencia del cine de Hong Kong en el cine estadounidense, a través de películas como Matrix, y por tanto, su influencia en la sociedad estadounidense.
En este contexto se desarrolla paralelamente el fenómeno cultural del Hip-Hop, y las expresiones artísticas asociadas a el, con un desarrollo de popularidad bastante paralelo, y un triunfo social que comparte colectivos marginales con el cine de kung fu. Y ahí es donde entra también su relación con Wu-Tang Clan.
Wu-tang y el Tao
No podemos decir que la agrupación de Staten Island sea la única que se influenció del fenómeno social que supuso el cine de kung fu. Esta influencia no solo se ve en el rap, si no que la encontramos extensamente en el breaking, a través de grupos como Style Elements y su vídeo Enter the Bboy (te suena de algo el título).
Lo que sí que está claro es que el grupo fue el que mejor integró todo el imaginario del cine de kung fu ( que no de la cultura asiática, ojo, son cosas diferentes) a su música y su estética. El album de debut de Wu-tang es un claro ejemplo y una declaración de intenciones, haciendo claras y obvias referencias a la película The 36 Chambers of Shaolin, estrenada unos años antes y publicada como VHS en el 93. De esta película no solo se tomó parte del título del disco, si no también el de Masta Killa.
El propio nombre del grupo, viene de la adaptación al slang de una de las disciplinas marciales centrada en el uso de la espada wudang quan.
RZA es el principal responsable de esta influencia y de la estructura formada por Wu-tang. El propio vocalista, productor y líder del grupo, reconoció que la película antes mencionada influyó mucho en su visión para formar el clan.
La filosofía asiática fue tomando importancia para RZA, que se ocupó de transmitirla al resto de la agrupación y a buena parte de su público.
Como resultado de ello, llegó incluso a publicar dos libros en los cuales explica y desgrana como ha adaptado esta filosofía marcial a la sociedad estadounidense y al hip-hop, The Wu-tang Manual y The Tao of Wu.
El segundo concretamente, profundiza en la aplicación del Tao a nuestro día a día, para alcanzar la sabiduría escondida en el Tao en un discurso que puede caer en algún momento en la autoayuda.
El roce de Wu con la religión
En este chapuzón que se metió RZA dentro de la filosofía asiática, el líder de Wu se fue zambullendo cada vez más hondo hasta dar con la Nación 5%.
No nos vamos a liar con esto, pero fue básicamente un movimiento cuasi religioso muy relacionada con el Islam, muy relacionado con la génesis del Hip-Hop, y nacido en buena parte de la opresión racial de USA. Esto os ejemplifica el punto hasta el que llegó el clan de influencia a raíz del taoísmo y el cine kung fu.
Una mixtura de lo aprendido en la Nación, el taoísmo, el kung fu, el budismo, y otros elementos menores construyó la estructura y marcó la producción musical de Wu-tang Clan. De esta forma, basándose en un inicio en fuentes más bien poco fiables de filosofía kung fu, RZA guio a Wu-Tang Clan a convertirse en uno de los grupos más grandes de todos los tiempos dentro del Hip-Hop, e influenciar a través de ello a generaciones de artistas.
Podemos encontrar rastros de esta influencia incluso en nuestros propios artistas. Sho-Hai es un claro ejemplo, con múltiples referencias al cine kung fu, desde su aka, hasta samples de la película de Drunken Master en su disco Doble Vida.Una auténtica oda al espíritu originario del Hip-Hop.