Debbie Mathers y su hijo Marshall Mathers siempre han tenido una relación más que complicada y eso se ha visto latente en muchas de las canciones del rapero. Puede que la primera que te venga a la menta al decir esto sea la canción de Cleaning out my closet, pero hay muchas más. El punto más tenso de esta relación llego cuando Debbie interpuso una demanda contra su hijo por sus menciones en su música. Una historia bastante turbia.
Solo la historia de Cleaning out my closet tiene un montón de curiosidades, pero de eso ya hemos hecho un artículo. En este, intentaremos profundizar entre la relación entre Eminem y su madre. Pero para eso tenemos que remontarnos bastante antes de 1999, que fue cuando se interpuso la demanda entre Debbie y Marshall.
Una infancia complicada
Eminem fue criado exclusivamente por su madre, esto debido a que su padre se fue cuando él era un bebé y nunca supo nada más de él. Por su lado, su madre estuvo muy alejado de lo que podría ser una persona modelo para él. La mayor parte de su infancia tuvo que pasarla en un parque rodante de caravanas en Detroit. Allí no solo tuvo que lidiar con las enfermedades mentales de su madre (depresión, síndrome de Münchhausen por poderes, alcoholismo, drogadicción, etc) sino también con una serie de padrastros y novios de su madre que fueron abusivos y maltratadores tanto con su madre como con el joven Marshall.
Quizás la canción que mejor refleje esta lucha interna sería «Till I Collapse», donde no solo habla de las luchas a las que se enfrentó cuando era niño. Si no también, a las repercusiones que tuvo como adulto. Teniendo que lidiar con sus propios problemas de alcoholismo y drogas, una lucha que ahora en 2022 parece que tiene más que superada, recibiendo hace poco su insignia de 14 años de sobriedad.
Después de varias canciones mencionando los diferentes traumas infantiles, su madre decidió demandarle por difamación pidiendo una indemnización de 10 millones de dólares.
La demanda de 10 millones de dólares
Una demanda que no fue a muy buen puerto, supuestamente no era solo por las canciones, sino también por el tipo de información que el artista había dado a la prensa en numerosas entrevista, citando a diferentes medios como The Rolling Stone o The Source. Todo esto exponiendo los abusos y maltrato que él había sufrido mientras vivía con su madre. De esta demanda, en la que ella pedía 10 millones de dólares, renunció a través de un acuerdo con la defensa de Eminem por tan solo 25 mil dólares.
Alegaba que a través de estos ataques por medio de sus canciones había perdido su caravana, sufriendo humillaciones y problemas personales. Por su parte, el abogado de Eminem defendió a su cliente alegando: «La vida de Eminem se refleja en su música. Todo lo que dijo puede verificarse como cierto; la verdad es una defensa absoluta ante un reclamo de difamación».
