jueves. 21.11.2024
Actualidad música urbana

Así fue el concierto de Big Daddy Kane en Barcelona

Desembarcamos en el metro de Llacuna a eso de las 20:30 del domingo. El verano está llegando, empieza hacer más calor pero en este gremio se llevan chaquetas grandes y la gente se reconoce, así que saliendo de la boca del metro nos reconocemos con uno y nos saludamos, “¿vais a ver el concierto del Big Daddy?”. “Claro homie”, el B-boy le pregunta a un pakistaní por donde queda la sala y nos ponemos en camino.

La concentración de Hip Hop por metro cuadrado se dispara en los escasos cuatro minutos de camino que separan el metro de la sala, la gente está en la calle hablando y tumbando latas, esperando en la cola y saludándose con todos. Se respira mucho respeto y buen rollo, al concierto se ha desplazado gente de bastantes y diversos sitios y el ambiente es animado, Big Daddy es calidad y esta era la única fecha en España, o espabilas o te lo pierdes y la peña se espabiló bastante.

El show, organizado impecablemente por D&d Lowrider Barcelona y 4 One Hip Hop Events, empezó con dj Neas pinchando temazos uno detrás de otro. A propósito, que placer estar rodeado de gente que se los conoce todos, Sergio y K.Protector competían para ver quien se decía antes el nombre del tema, Pete RockJeru the Damaja, 2pac, Snoop Dogg, Group Home, Ice T, Lords of The Underground, Kool G Rap, entre otros.

La sala empezó a hervir; a precios asequibles (tres euros el vaso pequeño de birra, siete euros el medio litro) la gente estuvo vibrando y disfrutó con la muy buena sesión que se marcó Neas. Sabes que es Hip Hop cuando la gente atiende al DJ, cuando hay breakers en la sala que no paran de bailar y cuando no estás en un concierto sino en una celebración.

El domingo en la sala Bóveda vivimos una auténtica ceremonia orquestada por el inigualable Big Daddy Kane, el cual dio  una lección de lo que es ser MC y de cómo coger un micro (esos cambios de mano son otra liga hermanos) con un show que hizo botar a todos desde el minuto uno hasta el final. Vestido con una chaqueta negra, tejanos y polo rojo, elegante pero informal, el neoyorquino salió acompañado exclusivamente de su DJ Skaaz Digga.

Y no hizo falta más, la sesión había animado a la sala, nadie había salido fuera a fumar y rapear como a veces pasa y todo el mundo estaba dentro sudando y aguardando al maestro. Big Daddy Kane salió y chocó todas las manos que pudo a esos fieles que lo viven en primera fila. “Ladies and gentlemen, Big Daddy Kane” anunció alguien de su gente y el DJ puso un tema de  introducción para crear una atmósfera de tensión ante la salida del Kane, tensión que cesó cuando Skaaz Digga paró el tema y Kane pidió levantando el puño: “¡Give me some like this!”.Y toda la sala le correspondió alzando el puño cerrado hasta que la mecha llegó al detonante y estalló el breakbeat a grito de “funk it up, jump it up, pump it up!” en una exhibición de flow y clase a la que desgraciadamente no estamos muy acostumbrados por estos lares.

Fue impecable, una explosión de energía constante, con 49 años a la espalda hizo alarde de unas habilidades a la hora de rapear inmejorables. Un auténtico profesional, vacilón y fresco todo el rato mantuvo la energía muy arriba, con una o dos pausas muy breves en casi dos horas de show, sin ayuda, se basta y se sobra. Por algo es el Big.

Mención especial para DJ Skaaz Digga, el cual,  fue un auténtico deleite en los platos, con un scratch regado de buen gusto y técnica y unas intervenciones acertadas, fluyendo junto al MC, un Big Daddy que le correspondió a todos los cortes de manera impoluta; se miraban y se entendían y la sala gritaba llevándose las manos a la cabeza, pura calidad.

En las celebraciones de verdad hay rituales que se siguen, el MC nombra a los que ya no están en vida, baja a bailar con el público, pregunta que le parecen tales artistas a los b-boys y b-girls del lugar… Big Daddy Kane preguntó por Public Enemy, EPMD, MC Lyte, RUN DMC y todos los asistentes asentimos, “definitivamente el Hip Hop está en la casa” respondió.

Y realmente sí, porque en la sala Bóveda el ambiente no podía ser mejor, 450 personas entregadas a una fiesta que difícilmente será olvidada, se vivió un ambiente Hip Hop de verdad, el que estaba sabe. “¿Are You all from Barcelona?”, ahí le replicamos y cada uno le gritamos el nombre de nuestra ciudad o del nuestro barrio,  nos dijo que no entendía pero que mucho respeto y continuó preguntando la edad de un chico, “23 años”, “lo que voy a cantar es diez años más antiguo”, el tío es un cachondo y nos ganó, con carisma y con música, impresionante.

Nombró a los ancestros ya difuntos: 2Pac, Big Pun, Big L, Guru, hizo cantar a toda la sala y por supuesto cantó Ain’t no half steppin',  como tema despedida, porque al final todo termina y Big Daddy finalizó el concierto y se despidió,  dejando a todo el mundo muy satisfecho y habiendo demostrado de sobras qué es ser MC.

Acto seguido estuvo firmando autógrafos en el camerino y un rato más tarde, cuando los últimos rezagados estábamos fumando y apurando la última cerveza en la puerta de Bóveda salió, se hizo unas fotos con quien quedaba y se metió en una furgoneta negra donde le esperaban una botella de vino blanco y gambas, ¡Long live the Kane!

Todas las fotos son de Rita Valls.

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