viernes. 22.11.2024

Morad, el reconocido rapero, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán, pero esta vez no por sus rimas contundentes o por sus canciones tan características, sino por aceptar dos años de cárcel debido al altercado durante la grabación de un vídeo musical en su barrio de Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

El incidente tuvo lugar el 11 de agosto de 2021, cuando Morad decidía dar vida a su arte en la vía pública. Sin embargo, lo que debería haber sido una expresión creativa se tornó en un tumulto que involucró a los vecinos y las autoridades. Según la Fiscalía, la grabación del vídeo musical generó un "gran ruido", causando molestias a los residentes locales. Para complicar aún más la situación, se utilizó un dron sin el permiso adecuado de la autoridad competente.

Cuando la Guardia Urbana intervino, se encontró con una multitud de alrededor de 150 personas. Los ánimos se caldearon, y la situación se tornó hostil. La Fiscalía sostiene que Morad desestimó las indicaciones de los agentes, mostrando una actitud obstruccionista. Insultos, huevos y piedras se lanzaron contra los agentes, mientras Morad, según el escrito de acusación, espoleaba a la multitud.

Las expresiones del rapero dirigidas a la policía, como "tenéis la puntería en el culo" y "si seguís apareciendo en la plaza, esto acabará mal", crearon un ambiente tenso. Morad no solo lanzó objetos a los vehículos policiales, sino que, según la Fiscalía, actuó como un instigador, alentando a la multitud a sumarse al enfrentamiento con expresiones como "la calle es nuestra" y "no pintáis nada aquí".

Una resolución buena para Morad

La Fiscalía cuantifica los daños en 2.041 euros, un monto que Morad consignó como parte de la atenuante de reparación del daño reconocida por el tribunal. Este incidente destaca la delgada línea entre la expresión artística urbana y la responsabilidad legal. Morad, conocido por su destreza lírica, ahora se enfrentaba a las consecuencias de un acto que trascendió los límites del arte y desencadenó un conflicto en el corazón de su barrio.

Después de que el artista reconociera tanto los hechos de los que se les acusaba, este mismo miércoles llegó a un acuerdo con la justicia, aceptando 6 meses de cárcel por delito de incitación a desórdenes públicos y 1 año y 6 meses por atentado con un uso de un instrumento peligroso.

Ante esto, los abogados defensores del artista han solicitado la suspensión de la pena, solicitud a la cual la Fiscalía mostró su aprobación siempre y cuando Morad no cometa ningún delito en los próximos dos años y pague una multa que aún está por estimar. Para la toma de esa decisión, el tribunal ha tenido en cuenta el pago del artista de un monto de 2041 euros que la fiscalía solicitaba como indemnización por lo ocurrido.

Esta no es la única ocasión en la que el artista se ha visto implicado en un problema con la justicia, ya que sin ir más lejos en el pasado ya hemos podido ver como lo detuvieron, por conducir sin carnet o también por saltarse el toque de queda establecido durante la pandemia Covid-19.

Por su parte, Morad sigue muy centrado en su carrera musical, buena muestra de ello es su ritmo de lanzamientos musicales que no cesa en ningún momento. Su último videoclip "Algo muy raro" ha sido la última pieza musical con la que el artista ha querido brindar a todos sus fans su arte y su destreza en la música.

Este episodio plantea preguntas sobre el equilibrio entre la creatividad y el respeto por las normativas locales. Morad, al igual que otros artistas urbanos, enfrenta el desafío de expresarse dentro de los límites de la ley, recordándonos que, en ocasiones, el arte puede chocar con la realidad de una manera inesperada y controvertida.

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