Wu-Tang: An American Saga, la serie dramática basada en la legendaria banda de hip-hop Wu-Tang Clan, ha lanzado su tercera temporada. Después de dos increíbles temporadas mostrando la vida de RZA y compañía, esta nos ha dejado un gusto agridulce. A pesar de que la serie ha sido alabada por su representación auténtica y sus detalles históricos, esta temporada ha recibido críticas por su narrativa y enfoque en un único personaje.
Esta tercera temporada ya nos dejaba con el grupo formado y ahora empezaba su lucha por triunfar con las grandes discográficas, desarrollar sus carreras en solitario y demás. La primera temporada nos hizo una carta de presentación brillante de cada uno de los personajes y la segunda una visión perfecta de lo duro que es llegar a la cima aun teniendo talento. Sin embargo, hay demasiadas cosas en contra de esta tercera temporada.
Un exceso de RZA
Lo primero, el mayor problema de todos de esta temporada, es que se centra en exceso en la vida de RZA, dejando de lado el desarrollo de otros miembros del grupo. Como resultado, los demás arcos argumentales se ven eclipsados por la historia de Bobby, lo que hace que los demás personajes se sientan unidimensionales y poco interesantes.
La serie está producida y en gran parte dirigida por RZA y esto es demasiado latente todo el rato, entiendo que el que tuvo la gran idea, pero esto llevaba siendo así desde la primera temporada y aun así había tiempo para el resto de historias.
Se abren muchos arcos argumentales que no llegan a desarrollarse del todo, los problemas de Ol' Dirty Bastard con las drogas, los problemas de U-God con la justicia, etc. La única historia realmente bien desarrollada es el cómo Power crea y eleva la marca de Wu Wear y casi es lo mejor de esta temporada.
Los capítulos que son ensoñaciones
Representar el proceso creativo en la gran pantalla no es fácil. No tendría nada de cinematográfico poner a una persona varias semanas pensando en una mesa como escribe canciones para luego rapear. Sin embargo, poner varios capítulos que son realidades alternas basadas en mundo de fantasía tampoco es la mejor solución.
Sí, hablo del capítulo 3x03 (Dirty Dancin') que es sobre el disco de Ol' Dirty Bastard, Return to the 36 Chambers: The Dirty Version convirtiéndolo en un humorista de la vieja escuela. Lo siento, ese capítulo es completamente aburrido y estás deseando a que acabe para que siga con la trama original.
Lo mismo pasa con el 3x08, Liquid Swords la misma cantinela solo que ahora para representar el disco de GZA. Esto no es algo malo persé, pero podía irse intercalando entre la realidad o por lo menos no consumir un capítulo entero, ¿de verdad era necesario en una historia tan rica como la de Wu Tang con sumir el 20% del tiempo de la tercera temporada en historias de fantasía?
Las peleas del grupo
Hace poco hicimos un artículo muy interesante sobre que era verdad y qué ficción en la serie de Wu-Tang. Uno de las que me sorprendió es que las peleas entre Ghostface Killah y Raekwon fueron ficción, a lo que yo pienso, ¿esto es necesario? Si visteis la tercera temporada os habréis dado cuenta de que sobran muchas escenas de peleas en el grupo, ¿era necesario además añadir peleas que no existieron?
Además, mucha de estas peleas, las zanja o RZA o su hermana Shurrie, lo cual es un poco gracioso porque el personaje de Shuri no es real, ha sido inventado para la serie. Aunque fuesen todo real y hubiese tantas peleas, ¿no era mejor añadir otro tipo de escenas, quizás relacionadas más con sus directos para tener un poco de variedad en la serie?
En esta tercera temporada había partes que no sabía cuando estaban enfadados y cuando eran amigos. Muchas veces ni siquiera se veía una trayectoria sensata de como hacían las paces o como se reconciliaban. También cuando un personaje estaba fuera del área de RZA simplemente desaparecía, ¿Method Man se va de gira? Pues ya no sale en unos cuantos capítulos.
Conclusión
Si entiendo, que la visión de la serie está completamente centrada en como la percibió RZA y se convierte en la piedra angular de la película. Pero aun así, creo que esta última tercera temporada se podría estructurar para que las historias paralelas tuviesen un comienzo, un nudo y un final. Muchas veces el ir y venir de personajes, sin haber concluido su arco, hace que la serie sea confusa y los capítulos, entre medias de ensoñaciones, no facilitan nada.
A pesar de las críticas, hay que destacar que todos los actores hacen un gran papel en esta temporada. Su interpretación es convincente y la serie sigue teniendo una producción excepcional. Aunque esta temporada no es tan emocionante como las anteriores, sigue siendo una opción interesante para los fans de la música y la cultura hip-hop.