Por si no es conocido, debe saberse que el Perú es un país de América del Sur. Instalado en sus costas, es uno de los que mejor ejemplifica la diversidad cultural y el espesor multilingue. Y de él hasta dicen que se apuntala para los siguientes quinquenios como una de las mejores economías del referido continente. Pero lo que, para el contexto de esta publicación, debe saberse es, ante todo, su actual estado en cuanto espacio idóneo para el desarrollo de las llamadas culturas urbanas y, de hecho, en cuanto ejemplo de progreso de la capacidad de gestión de los productores de eventos urbanos.
Como en algunos pocos países del Sur, Perú ha logrado sensibilizar sus políticas gubernamentales para desplazar fondos a la gestión cultural urbana. Hoy diversos programas ministeriales y municipales avalan proyectos -centrados en R a p, R e g g a e o R o c k y otros. Incluso más empresas privadas inteligentemente han decido apoyar activa y permanentemente a proyectos de Hip Hop y Reggae. (Exceptúo mencionar al Rock pues, de lo urbano, es el que más apoyo recibe globalmente.) Esto, claro está para los perceptivos e informados, no es un efecto casual, sino la razonable consecuencia de, por un lado, haber visto tanto la capacidad de convocatoria que tienen estos dos espectros de lo urbano como su potencial de medio de intervención sociomoral. Por otro, del hecho utilísimo de, ¡por fin!, haber concluido buena parte de consumidores de productos urbanos (como del rap y del reggae y artes asociadas) que ni uno ni otro son, por así decirlo, prácticas artísticas peleadas inexorablemente con la cultura empresarial y con cualquier otra tendencia, más allá de lo empresarial, que no se crea el cuento que rap y raggae son y "deben" seguir siendo expresiones artísticas de una actitud y acción "antisistema."
Son ejemplos de todo esto los megaeventos Festival Pura Calle 2015 y 2da Ini Tattoo Expo Perú. De iniciativa y ejecución de Asociación Cultural D1 y la empresa Coyote s Tattoo respectivamente. Ambos eventos centrados en el cuerpo y el Hip Hop; ambos considerados, por lejos, los dos mejores eventos urbanos (vinculados al rap) del año. (Para un caso, en el baile y, para el otro, el tatuado y semejantes respectivamente.)
También lo son los conciertos de figuras del rap tales como Onyx, Killah Priest, Psycho Realm, 50 Cent, Cypres Hill, etc. (Los tres primeros gracias a Coyote s Tattoo.) O la visita y concierto de Luciano (organizado por Zion Peru Club) para el exitoso Festival Reggae Patrio. (De hecho, la agenda de Reggae en el Perú, especialmente la capital, es cada vez más nutrida y diversas marcas se muestran progresivamente más interesadas en respaldar financieramente la misma. También, al respecto, aumentan los estudios de grabación focalizados en el Reggae.)
Incluso lo son, aunque ya muy parcialmente, las gestiones para las performances de artistas urbanos iberoamericanos.
Por supuesto, este progreso también ha tenido efectos positivos para todos los que invierten y invertirán en los negocios propios del Merchandising. (Y, en otra dimensión de los Business, la cobertura más amigable de medios televisivos de señal abierta)
Como se ha podido ver en esta brevísima nota, y ojeando algo más detenidamente de la agenda 2015 del Perú y cavilando sobre lo que política, económica y culturalmente supone como indicador de un muy probable buen clima para la gestión, el país en cuestión bien puede calificar de nuevo mercado urbano a tener más en cuenta. (Pronto un artículo extenso para tener un balance exhaustivo de lo que aquí se trató.)