Tendremos un documental sobre la vida de J. Dilla
Grandes noticias os traemos a todos los amantes del Hip Hop y es que Questlove será el productor ejecutivo de un documental sobre J Dilla. Si, el fallecido J Dilla tendrá su propio documental que se llamará Dilla Time.
Esta es una adaptación de la reciente biografía de Dan Charnas Dilla Time: The Life and Afterlife of J Dilla, The Hip-Hop Producer Who Reinvented Rhythm. Que estará codirigida por el productor de Summer of Soul Joseph Patel y Darby Wheeler, la película "será en parte biografía, en parte musicología y en parte meditación musical", según un comunicado de prensa, y se está produciendo en colaboración con el patrimonio del difunto Dilla.
En el comunicado de prensa, Questlove dijo: "Explicar el ingenio musical es mi misión. Poder hablar al mundo sobre el músico que más ha influido en mí es un sueño hecho realidad. No sólo en mí, sino en toda una generación de músicos que todo el mundo conoce y ama. J Dilla fue nuestro maestro. Y lo que nos enseñó fue a sentir el ritmo de una manera que nunca antes habíamos sentido. Me siento muy honrado de participar en la difusión de su historia a través de este documental".
Desde que dirigió la oscarizada Summer of Soul (...Or, When the Revolution Could Not Be Televised), Questlove también ha estado trabajando en un documental sobre Sly Stone que aún no tiene fecha de estreno. Dilla Time será producido por Two One Five Entertainment, Patel, Charnas y Scenario Media (que incluye a la colaboradora de Pitchfork Anupa Mistry).
¿Quién era J Dilla?
James Dewitt Yancey, alias J Dilla, logró más en términos de producción discográfica que la mayoría de los artistas a lo largo de toda su vida. Desde producir canciones ganadoras del GRAMMY hasta ganarse los halagos de sus compañeros y crear un sonido característico que alteró la música hip hop y soul para siempre.
Jay lo hizo todo siendo el productor "desconocido" más influyente del sector. En una época en la que los productores de hip hop eran más conocidos que los artistas con los que trabajaban, Jay rehuyó el protagonismo y revolucionó humildemente el sonido del hip hop con sus producciones meticulosas y llenas de alma.
La música de Jay reflejaba sus mejores dotes en cada beat que hacía. Nada sonaba fuera de lugar en sus ritmos, que antes no era una tarea sencilla. Esta cualidad, junto con un sentido matemático del orden, se reflejaba en su vida personal y en su aspecto: la ropa y los discos guardados en plástico, los zapatos bien apilados en cajas, los vaqueros bien planchados y siempre con un plumero a mano.
Sin embargo, lo que le entusiasmaba era lo imperfecto, los errores en la música. Su característica programación de la batería, descuidada y fuera de ritmo, daba a sus temas una sensación de frescura y espontaneidad que contrastaba con los ritmos mecánicos y perfectamente cuantificados que caracterizaban a gran parte del hip hop de la época.
Jay fue un innovador que nunca se contentó con quedarse en el mismo bolsillo. Desde el aireado piano fender rhodes y las palmas que definían su primer sonido con Slum Village y Tribe, hasta la ecléctica fusión de géneros de Welcome to Detroit y el estilo back-to-the-breaks de Donuts, su música evolucionaba continuamente a un ritmo vertiginoso.
Una vez que dominaba un estilo concreto, no sentía la necesidad de repetirlo, sino que prefería superar los límites de lo que se esperaba o era fácil para él. A diferencia de tantos innovadores que no se recuperaron de que su trabajo fuera cooptado y comercializado, Jay nunca dejó de experimentar y llevar su música a nuevas cotas.