El icónico rapero canadiense, Drake, ha dado un golpe maestro en el mundo del arte al invertir 100 millones de dólares para rescatar Luna Luna, un parque de atracciones efímero que albergó las obras de algunos de los artistas más destacados del siglo XX, como Dalí, Basquiat y Haring. Esta extravagante instalación, que originalmente abrió en Hamburgo en 1987, se ha mantenido en la penumbra durante 35 años, hasta ahora.
Luna Luna, concebido por André Heller, un visionario poeta y músico austriaco, fue una muestra de arte que tomó la apariencia de una feria de verano. La originalidad y la igualdad fueron las esencias del proyecto, con 30 artistas notables, incluyendo a Dalí, Basquiat, y Lichtenstein, contribuyendo con piezas únicas. El parque, aunque un éxito efímero, quedó en el olvido y sus atracciones acabaron almacenadas en contenedores en un pueblo de Texas llamado Nocona.
En diciembre, Luna Luna renacerá en Los Ángeles, bajo la inversión visionaria de Drake. Aunque no cumplen con las normas de seguridad actuales, las piezas originales se presentarán como una imponente instalación de arte. Este proyecto destaca por su conexión única con la cultura pop y la creatividad desenfrenada de artistas que dieron forma a una época.
La historia de Luna Luna, con Dalí diseñando una casa de espejos y Basquiat a cargo de la noria, es un testimonio de la colaboración entre arte y entretenimiento. El proyecto original, financiado por un donante y con una tarifa igualitaria para los artistas, fue un hito de la década de 1980.
Drake, conocido por su incursión en el mundo del arte contemporáneo, ha demostrado su compromiso a lo largo de los años, desde actuar como inspirador de exposiciones hasta hablar abiertamente sobre su fascinación por diversas formas de arte. Su marca, Dreamcrew, ha llevado a cabo la restauración de Luna Luna, presentándola como una exposición comisariada por Helen Molesworth.
El impacto del nombre de Drake en el arte contemporáneo no debe subestimarse. A lo largo de la última década, ha estado involucrado activamente en el ámbito artístico, desde actuar como comisario hasta destacar su fascinación por diversos artistas. Euphoria, la serie producida por su compañía, Dreamcrew, es un testimonio de su conexión con diversas formas de arte y su deseo de ampliar la narrativa cultural.
Este ambicioso proyecto no solo resucita un hito artístico, sino que también demuestra la influencia y la dedicación de las figuras prominentes de la música al mundo del arte. Drake, al igual que otros músicos contemporáneos, continúa ampliando sus horizontes y dejando una marca duradera en la intersección entre la música y las expresiones artísticas.