16 de febrero de 2016, 16:59
Kendrick Lamar tuvo un momento sensacional cuando subió al escenario de los premios Grammy. Comenzó su número del lunes luciendo golpeado, esposado, con cadenas alrededor de las manos y una magulladura en el ojo. Pasó a fusionar rap, jazz, reggae y sonidos africanos de una manera imponente mientras rapeaba "The Blacker the Berry" e interpretó apasionadamente el tema nominado al Grammy "Alright". Terminó con un mapa de Africa, y la ciudad de Compton impresa en él.