Pese a ser un festival pequeñín, el Chanquete World Music Festival, o simplemente el Chanquete, se ha convertido en una auténtica referencia para los amantes del rap cada septiembre. Este año tenía, sin lugar a dudas, el mejor cartel de su breve historia, contando con Kase O, SFDK, Morodo y Green Valley como referentes de la música urbana, casi ná!. Artistas que, por si solos, podrían estar presentes en un festival de varios días siendo cabezas de cartel cada una de las jornadas y que aquí compartían misma fecha.
Sin duda la planificación de los horarios por parte del festival resultó excelente, ya que alternaban una actuación de rap/reggae con otra de diverso genero, dando tiempo al público a salir a llenarse el gaznate, reposar un poquito o comer algo. Eso si, también hay que destacar que, como en las ediciones anteriores, la salida te dejaba algo lejos de la civilización suponiendo perder varios minutos a la hora de acercarte al coche o a los restaurantes vecinos.
Las Actuaciones
Por nuestra parte empezamos la ronda de conciertos con unos Mojinos Escocios irreverentes, como siempre, que dan un espectáculo divertidísimo a la par que demuestran que no son unos aficionados tocando con excelencia sus instrumentos y manteniendo su estilo rockero canallita inconfundible. De estos pasamos a un Morodo formidable, que se salió en su actuación y dejó entregado al público defendiendo sus galones de estrella internacional del reggae y haciendo cantar sus clásicos a viva voz a los presentes.
Uno de los pesos pesados aparecería una hora más tarde, revolucionando aún más a los asistentes, hablamos efectivamente de Kase O, quien arrastra masas a sus conciertos y nunca defrauda en directo. Rapeó, sobre todo, los temas de su último disco, El Círculo, pero no se olvidó de sus grandes clásicos, que incluso los llegó a mezclar en una especie de snippet que estuvo, hablando malamente, GUAPISIMO. Pero sin lugar a dudas uno de los momentos álgidos de su concierto, con permiso de su interpretación de Cantando, fue cuando se acordó de La Manada y pidió "Fuego para la puta Manada!" y al mismo tiempo respeto para las mujeres, algo que estuvo muy presente durante todo el festival, ya que la mayoría de los artistas condenaron el acoso y compartieron dichas consignas durante sus actuaciones.
Otro de los conciertazos que marcarían la noche sería protagonizado por Zatu y Acción Sánchez, o lo que es lo mismo SFDK, quienes caracterizaron su show por las continuas sorpresas canción tras canción. Nos referimos a momentos inesperados en los que de la nada aparecieron artistas de categoría como Little Pepe o Shabu para acompañarles en los ritmos. Otro de esas sorpresas tuvo que ver con la aparición en el escenario del chaval que teníamos al lado durante todo el concierto, que iba disfrazado del Niño Guey y al que mis colegas le habían estado dando la turra con lo molón de su disfraz todo el concierto. Pues el pavo de un momento a otro desapareció y la siguiente vez que lo vimos estaba al lado del Zatu bailando.
Green Valley puso el colofón a una noche de buenísima música, aunque los conciertos continuaron hasta la madrugada. Pero un humilde servidor, defensor del método gonzo a la hora de hacer periodismo, ya andaba por las copas de los arboles tomando todo menos decisiones.
Sin lugar a dudas ha sido uno de los fesivales que más hemos disfrutado este año, quizás porque daban lluvia (No llovió) y algunos se echaron atrás dejando vivir el festival a la gente que de verdad le gusta la música y le importan tres pimientos las posibles inclemencias temporales. También tuvo mucho que ver el cartelón de rap que tenían preparado y el juego de horarios. Aún así quedan cosas que mejorar y sugerencias que proponer, como el hecho de que amplíen a tres días el festival ubicándose ya como un referente o que, pafaba, contraten a otra distribuidora de birrita... Que la sevillana esa en cuanto se calienta un poquito ya sabemos a lo que sabe (Esto es más personal que otra cosa).