Mientras que muchas ciudades de nuestro país se empeñan en perseguir con sanciones cada vez más elevadas a los graffiteros, y luego alaban como un dios todopoderoso a Bansky demostrando un cinismo absoluto, en Italia han decidido regular esta práctica mediante la obtención de un "carnet de graffitero" que permitiría a los escritores dar rienda suelta a su arte a cualquier hora del día sin el sofoco de estar pendientes de las sirenas.
En Cinisello Balsamo (Milán), lugar donde se adoptará esta medida, los escritores podrán obtener dicho carnet en la biblioteca municipal y solo podrán ejercer su derecho al graffiti en lugares autorizados para esta práctica. Aquellos que no dispongan de la Writer Card, nombre con el que han bautizado a la tarjeta, continuarán siendo ilegales ante los ojos de la ley aunque estén pintando en lugares permitidos. La iniciativa a tenido su germen en el propio ayuntamiento, que lejos de ver el street art como un problema, entiende que lo mejor para la propia comunidad es regular este tipo de actividades con el objetivo de que los graffitis y proyectos tengan un mayor nivel y sirvan de reclamo turístico y a la vez embellezcan las calles.
Ahora bien, no todo es alegría entre algunos de los escritores de la localidad, que miran desconfiados dicha medida. A parte, obviamente, de los que están más centrados en el underground, el vandal o el bombing, muchos han expresado que podría tratarse de una estratagema para hacer un registro de los graffiteros que en un futuro podría acabar trayendo sanciones.
Sin lugar a dudas es una medida llamativa, aunque bien es cierto que en algunas poblaciones ya existían lugares donde se podía hacer graffitis de una manera legal. Respecto a lo del carnet puede que tengan razón, pero lo que si es cierto es que, en parte, el graffiti pierde algo de su esencia al regularizarse... No creéis?