Uno de los caracteres más eminentes del rap, como género musical, es el de la adaptación y la reivindicación. Conforme se ha extendido a lo largo del globo, ha ido adoptando las características de los países, tomando conceptos musicales, problemáticas sociales, etc.
En nuestro país no es una excepción, y está claro que el rap español ha bebido muchísimo de la cultura musical y social de la península. Desde luego, no se parece en nada al que nos llega desde su lugar de origen, Estados Unidos.
Si hilamos un poco más fino, podemos ver que se ha adaptado también a las diferencias culturales que encontramos dentro de la propia península.
Si en Cataluña y Valencia, podemos encontrar propuestas que beben mucho de la tradición musical de esta zona, muy marcada por los instrumentos de viento y los sonidos electrónicos, cuando bajamos hasta Andalucía nos hemos encontrado con una fuerte influencia del flamenco. Incluso si nos fijamos en la escena Canaria, en ella encontramos un cúmulo de características que beben de la historia reciente de las islas.
En Galicia, por supuesto, pasa lo mismo. Lo hemos visto con grupos como SonDaRúa o Rebeliom, con los que ya hemos hablado en su momento sobre como la cultura gallega se retroalimenta con el bagaje del rap en su música. Hoy, en nuestra sección de Profundizando en la música, queremos presentaros a otro grupo que representa esta convivencia: Flow do toxo.
Un grupo nacido del rural
Integrado por Laura, St, Temible Olivina y Xia Nonneva, y formado en 2018, este grupo presenta una corta trayectoria, pero una fuerte propuesta que podríamos enmarcar dentro del panorama más reivindicativo de la escena.
Cuentan con unos pocos singles, aun sin trabajos de larga duración en su curriculum, pero la propuesta que se plantea a través de los mismos es madura e interesante, fruto sin duda de la experiencia adquirida en proyectos previos de sus integrantes, como el de As Punkiereteiras y por la colaboración con productores externos como Jimbo Páez de Tremenda Jauría, grupo emblemático de Madrid o Petrowski, de Ezetaerre.
El contenido de los temas, presenta un fuerte contenido feminista y antipatriarcal, temáticas que están ganando peso dentro de la escena del rap nacional conforme aparecen más raperas.
Destaca también la reivindicación del rural, un tema que ciertamente es poco común en la escena, y menos en los últimos tiempos. Flow do toxo aprovecha el altavoz de la música para reivindicar las problemáticas sociales actualmente ligadas a la vida y el trabajo en el rural, que por lo general suelen ser ignoradas desde el punto de vista musical.
Esta combinación es a nuestra forma de ver uno de los puntos fuertes del grupo, ya que representa una realidad poco difundida, y que desde luego debería tener su representación en la escena musical, cuando tres cuartas partes del país sufren problemas de aislamiento y envejecimiento por el abandono del rural.
Esencia galega en cada barra
Las influencias culturales del noroeste de la península se notan en el aspecto musical también, a través de la incorporación de sonidos tradicionales, del uso del idioma, colaboraciones e influencias letristicas, que podemos apreciar a través de temas como el de Xustiza pola man, una adaptación de un poema de Rosalía de Castro.
Con el arranque de su carrera truncado por la pandemia, y ahora la vuelta por todo lo alto de la música, la trayectoria de este grupo sin duda es espectacular para todo lo que se ha tenido que echar a hombros.
Por ello, y por su carácter tan fuerte, nos gustaría recomendároslas, para que podáis disfrutar de su música tanto como lo hacemos nosotros.