Si escuchas recurrentemente a artistas como Cruz Cafuné o Easy-S, sabrás de quién te estamos hablando. En esta nueva entrega de Profundizando en la Música, queremos hablaros de una artista canaria que ha generado la fusión musical perfecta. Mezclando diferentes géneros englobados en lo que a día de hoy se entiende como música urbana, Sofi de la Torre nos trae una propuesta fresca y sobre todo muy difícil de definir.
La discografía de Sofi, con un álbum de 9 temas titulado Another. Not me. I'm done, y una colección de singles bastante extensa, se caracteriza por este juego de formas, por un viaje sonoro a través de las músicas que dominan el panorama.
Un talento brutal que apoya una innovación constante
Vocalmente, saltando entre la entonación y el rapeo, la canaria nos hace gala de un gran talento y una capacidad de adaptación brutal, necesaria en un trabajo con tanta variedad musical. Muestra además una portentosidad brutal cambiando de idioma, presentando una propuesta en inglés muy fuerte.
Aunque por moverse en espectros no tan directamente relacionados con el rap puede que no os suene, ha colaborado en el famosísimo álbum de Cruz Cafuné, Moonlight y también en el Paris Tapes de Easy-S. No juega en una liga baja que digamos. Y no es para menos.
Si nos zambullimos en su música encontramos un tono general pausado, inmersivo, que nos acuna en su música. La música que te apetece ponerte un día de lluvia para sumirte en tus pensamientos y que nadie te rompa la cabeza. La domina una temática generalmente alrededor del desamor, las relaciones y la tristeza, aunque el egotrip se cuela y tiene su propio espacio en trabajos como No soy nada sensata.
Podemos encontrarnos pequeñas variaciones dentro de este tono musical general. El lo-fi, el reggaetón, el dancehall, el dembow, todo se combina perfectamente en su propuesta musical. Y por supuesto el rap.
Temas como Estamos mal o Este flow no es gratis, muestran la faceta más rapera de la artista canaria, aunque como siempre sobre una propuesta basada en la fusión con otros géneros, inherente de su producción, y que le ha abierto las puertas a las colaboraciones con el panorama, ya que musicalmente encaja perfectamente.
Un formato cerrado y pulido al detalle
Su obra viene acompañada de una propuesta audiovisual muy cuidada, como es menester actualmente en la industria musical. Los temas se ven reforzados por clips que conectan con el mensaje y la atmosfera transmitidos, para acabar de lanzarle el mensaje al espectador. Las atmosferas tristes se ven reforzadas por gamas cromáticas frías y tomas basadas en una sencillez cruda y brutal que impresionan.
Fruto de todo este proyecto musical cuidado al milímetro podemos encontrar su último clip No me da la gana que te creas dios, en el que se representa perfectamente todo lo que venimos comentando. El tema, con una base brutal con ritmos de dembow y dancehall, y orquestada como un perpetuo cresccendo que nos pone los pelos de punta, muestra a su vez la calidad de Jonas, su productor.
El tema se ve apoyado por un clip en one-take que se apoya en los paisajes de Lanzarote y el blanco y negro para apoyar esa imagen melancólica, de añoranza, pero con ganas de superación. La muestra perfecta de la música de una artista, que esperamos, crezca tanto como se merece su impresionante talento.
Os animamos a explorar a esta artista, que aunque no presente una fórmula de rap puro y duro, bebe mucho de el, generando una propuesta basada en la innovación que a nosotros nos ha enamorado. La inexistencia de barreras en la música puede dar lugar a resultados maravillosos.