Según un reporta el diario Daily Mail, unos investigadores de la Univesidad de Cambridge estuvieron explorando cerebros de algunos raperos para determinar los efectos de la música en el cuerpo y mente. Tras algunas observaciones, descubrieron que la disciplina del freestyle pone a este órgano de los pacientes analizados en un “estado de flujo” único que desencadena “partes del cerebro responsables de la emoción, el lenguaje, la motivación, la función motora y el procesamiento motor”. Como resultado, este tipo de estimulación puede mejorar enormemente las vidas de las personas que padecen enfermedades neurológicas.
En el año 2014, el Dr. Akeem Sule y la Dra. Becky Inkster, del Departamento de Psicología de Cambridge, compartieron un estudio sobre una terapia de Hip Hop, explorando las formas en que la música podría ayudar a las personas a lidiar con problemas psicológicos.
“Creemos que este es un movimiento y una nueva cultura. Con la gente dispuesta a abrirse con el hip-hop, esto los curará. Ellos pueden irse con esto y les proporciona una nueva forma de liberación terapéutica”.
Por su parte, en el 2016, varias escuelas de la Ciudad de Nueva York incluyeron al género dentro de sus planes de estudio. El programa, bautizado “Hip-Hop Therapy”, se centró en enseñarles a los estudiantes maneras saludables de autoexpresión.
“Cuando dejo mis sentimientos adentro, la única forma en que lo vas a escuchar es si lanzo un puñetazo. Ahora hago canciones sobre ellos. Escribo versos que me tranquilizan”