¿Quién es vieja escuela y quién es nueva escuela?
Es uno de los conceptos más clásicos del Hip-Hop y por ende del rap, y además uno de los que implica un cariz de mayor respeto. Cuando se aceptaba a alguien como un miembro de ese selecto grupo que es la vieja escuela, sabías que era una persona importante, una persona a la que había que escuchar.
Por otro lado, una nueva escuela tenía otro tipo de connotaciones implícitas. No negativas, obviamente. Siempre girando en torno al respeto.
Sin embargo, estos conceptos vienen de un momento en el que el rap y el Hip-Hop eran mucho más sectarios, estaban mucho más definidos, y en general, era más fácil estar al loro de todo lo que pasaba y de quienes eran los principales jugadores del partido.
A día de hoy, todos esos límites tan definidos se han ido difuminando con su popularización y con las innovaciones, fusiones y riqueza musical que se ha ganado, así como con el público. Por tanto, las connotaciones que giran alrededor de vieja y nueva escuela, sería lógico que hubiesen evolucionado también ¿No?. Vamos a divagar un poco en el asunto.
La vieja escuela
Seguramente sea el concepto más escabroso de ambos a la hora de abordarlo, ya que las implicaciones de respeto y originalidad que implica pueden hacer saltar chispas si no se aborda con cariño.
El principal problema con el concepto de vieja escuela es que su nombre lleva inmediatamente a una idea de vejez, de tiempo, de edad. Y esto, hasta cierto punto, es engañoso. Quiero decir, ¿Puede una persona llevar muchos años desarrollando una disciplina afín a la cultura y no ser vieja escuela? ¿Incluso habiendo marcado fuertemente al panorama? Pues sí, claramente.
Ahí tenemos una figura nacional, la de Muelle, que pese a marcar el panorama del graffiti nacional, no se consideró Hip-Hop a sí mismo, y en general no buscaba más que transmitir con su obra, y se encontró con el graffiti. Toda su influencia posterior, aunque meritoria, fue circunstancial. ¿Podemos considerarle vieja escuela española?.
Por otro lado, hay gente que utiliza este término para marcar una estética, un estilo, y no un estatus. Seguro que habéis escuchado alguna vez a alguien decir: Su rap es vieja escuela. Y la persona en cuestión es un pipiolo. Esto sucedió con el arranque de la carrera de Dillon Cooper, que por su estilo traía de vuelta un estilo de rap boombapero que se asociaba con la vieja escuela americana.
No comulgo mucho con esta acepción, la verdad, ya que me parece muy engañosa. Llevamos ya más de 50 años de historia del rap, camino de la centuria, con los cambios y evoluciones que esto conlleva. Definir un estilo como old school, y que no sea el de Grand Master Flash and the Furious Five, me parece como mínimo poco eficiente.
Al final, esto hace que se confunda un estilo o subgénero más popular con la apreciación que para mí es más acertada de "vieja escuela".
La vieja escuela se supone que es aquella figura o figuras que han hecho un aporte desde dentro de la movida por y para la movida. Que han contribuido. No creo que sea un título temporal o determinado por la edad o el estilo. Va más relacionado con el espíritu del Hip-Hop, con lo que se ha marcado el panorama (en cualquiera de sus dimensiones) y con la aportación a la comunidad.
La nueva escuela
Por otro lado, pienso que es equívoco decir que alguien es nueva escuela simplemente por arrancar. Esta concepción es un rebufo de la anterior, y para ser escuela, hay que aplicar ciertos principios.
Como ejemplo, considero que aunque el trap es un subgénero del rap y, por tanto, sigue incluido en él, muchos de los artistas implicados en él no entran en dinámicas del Hip-Hop. Se han salido de la movida, tienen la forma, pero no buscan vivir en ella. Se la suda. No hay esa esencia de comunidad.
Esto en parte deriva del trasfondo sociocultural del trap, que al fin y al cabo es profundamente neoliberal y se representa en la música.
El drill, por la contra, me parece que ha recuperado esa esencia, naciendo totalmente de la necesidad de formar comunidad. Decir que Morad no es nueva escuela es un poco chorras, teniendo en cuenta su discurso comunitario. Aunque esa comunidad a muchos se les haga ajena al referirse a la comunidad magrebí en España.
Por tanto, una vez más, una nueva escuela no es solamente una persona que mantiene las formas. Ayax es nueva escuela, claro que sí. Su rap es esencialmente puro, y él hace comunidad. Pero Morad también. O Santa Salut, y eso que las formas de su música rompen en muchas ocasiones con un sonido clásico. O Natos y Waor, que han aportado mucho al panorama nacional.
La esencia de estos conceptos viene marcado por la comunidad y no por edad o sonido. De hecho, las aportaciones pueden cambiar, según evoluciona el movimiento. En el caso del rap, está claro que hay una vieja escuela que definió las bases del sonido. Pero también hubo otra que lo revolucionó para que se volviese comercial en USA.
Lo que quiero decir con esto, es que muchos artistas actuales, que forman parte de la nueva escuela en España, lo que están haciendo no es tanto definir nuevos sonidos, sino aportar mediante la rotura de fronteras al rap. Normalizar la fusión. O definir nuevos funcionamientos del mercado musical como hicieron en su momento Natos y Waor.
No solo se aporta con sonidos.
Entonces, al debate: ¿Dónde está la línea?
Como decíamos, la proliferación de artistas y la popularización del rap y sus allegados ha complicado mucho el diferenciar cuando una figura es vieja escuela, nueva escuela, o simplemente no es escuela y solamente se nutre de ella. Son conceptos derivados de la cultura, y como tal dependerán de lo integrada que esté en ella la peña. Se puede influir sin ser vieja escuela.
Debido a esto, también se diversifican las figuras. La dualidad de conceptos es demasiado categórica para un momento en el que la música es totalmente anticategorías.
Esto ha quedado claro en el momento en que surgió el término "música urbana", porque o se es un especialista, o llega un punto en el que no se sabe donde empieza un género y donde acaba el otro.
He dado mi visión de ambas categorías, y sumándole la nota previa sobre los "límites difusos", más o menos tenemos una imagen de cada una. Entonces la verdadera duda ahora es: ¿En qué momento se pasa de una a la otra?.
Esta es la parte dura, pero a la vez me parece indefinidamente sencilla y pura.
Creo que la consideración es más comunitaria que definitoria. Me explico. Llega un momento en el que todos estamos de acuerdo en que alguien es vieja escuela de forma común. La comunidad ha valorado todo el trabajo de un artista, y llega un momento en que está de acuerdo en que sus aportes han alcanzado una cima.
Todos estamos de acuerdo en que Kase es vieja escuela. No significa que no vaya a sorprendernos más. Pero todos tenemos claro que se ha ganado a pulso ese puesto con la carrera realizada hasta el momento. Valoramos su opinión en términos generales para cualquier cosa relacionada con el rap y la cultura.
A su vez, todos sabemos (sin saber muy bien por qué) que artistas como Ayax y Prok, Fernando Costa, o incluso Foyone (y digo incluso por la diferencia generacional), están aportando al panorama, pero aún no han alcanzado su cima. Todos tenemos esa sensación de que siguen creciendo, y de que en ese crecimiento no han terminado aún de aportar al panorama no solo en cuanto a su música, sino en su influencia del mismo.
Para mí ahí estaría la línea. Es algo abstracto de c*****s, y entiendo que después de comeros la chapa llegar a esto será como ¿En serio?. Pero sinceramente, ¿Os lo habíais planteado?. Son conceptos que tenemos integrados en el día a día, que han trascendido incluso el movimiento en sí, y que, por tanto, tenemos normalizados e incluso un poco edulcorados.
Ya nadie usa el término de old school como se usó en NY en los 90. No tenemos la misma idea de lo que significa que esa gente. Y en España, en realidad, tenemos una "vieja escuela" desde hace muy poquito, porque el panorama tampoco tiene tanta trayectoria aquí.
Así que sí, esta es mi opinión y mi aporte, y espero que os dé pie a la reflexión y al desarrollo de estos conceptos, que son básicos en la cultura, pero que se cuestionan poco.