sábado. 21.09.2024

En este nuevo Profundizando en la Música queremos poner el foco en un productor que para nosotros pasa más desapercibido de lo que debería. Hablamos de Persa, un artista espectacular, multidisciplinar, y al cual hemos podido disfrutar como partícipe de uno de los discos que ha marcado el 2024.

Hablamos del disco de Ill Pekeño, P.E.K.E, donde produce el tema con Ergo Pro, QB Players, uno de los grandes temas de este último disco del madrileño que suena a clásico desde el día uno, en buena parte debido a la buena mano de este productor. Un disco que marcó el 2024 con su salida, en pleno auge de los de Madrid, y que les consolida como referentes de la vertiente más boom bapera del género en su generación. 

No obstante, en este caso no venimos a hablar de Persa por su participación en los proyectos de otros, sino por sus propios proyectos. 

Una chispa de sonoridad

Como decíamos, aunque le podemos encontrar en el trabajo de otros artistias, a nosotros lo que nos ha dejado locos es el par de trabajos que firma como Persa, en los que explora relaciones entre un sonido más apegado al rap clásico y el jazz. Estos trabajos nos llegan bajo el simple título de Jazz 251 y Persa Jazz 251/2, y son un auténtico pasote. 

De primeras nos podríais comentar que la mezcla con jazz no es nada nuevo, ya no en el rap internacional, sino en el nacional. Tenemos claros ejemplos de clásicos como el jazz magnetism de Kase O, o de Lechowski. Sin embargo, ninguno de esos trabajos tiene nada que ver con lo que estamos hablando.

Los álbumes de Persa exploran un plano más puramente musical, y se apoyan lo justo en la música orgánica, con la incorporación de un bajo en el segundo volumen y el propio Persa al teclado. El apartado vocal se remite al sample, conformando una mixtape chulísima en la que el punto medio va precisamente oscilando entre el jazz y el rap, sin tomar un punto fijo, tomando más de uno o de otro conforme avanzamos, a veces mostrándonoslos en estado puro.

Melomanía pura y dura

Dos volúmenes guapísimos (para nosotros, especialmente el segundo, que es una obra de arte total), que piden tiempo y atención. No hablamos de música para ponerse de fondo. Los dos trabajos de Persa exigen que te sientes y les prestes oído hasta que terminen de sonar, que te sumerjas en el ambiente que generan, como quien se monta el cine en casa.  

Un proyecto de sonido que hará las delicias de los oyentes más melómanos, y que nos demuestra que en España podemos encontrar nuevas formas fluyendo más allá del corte más clásico del rap español y del nuevo sonido más mainstream que ha conquistado los grandes festivales y saltado a la primera línea del público. 

Ciertamente, de la poca información que hemos encontrado sobre él, nada parece indicar que Persa sea un artista muy proclive a entrar por los conductos más proclives de la industria musical. Ambos trabajos (seguimos hablando de los centrados en la mezcla con jazz) distan entre si unos dos años, y el segundo volumen acaba de ver la luz, como quien dice. 

Por tanto, no parece que nos vayamos a deleitar con algo nuevo suyo próximamente, lo cual es mejor aún para poder paladear con calma y en todos sus detalles ambos trabajos, mientras nos deleitamos con la idea de un futuro próximo. Os animamos a seguir y a apoyar a este y otros proyectos tan especiales que enriquecen y hacen crecer la sonoridad de nuestra escena. 

Por nuestra parte, agradecerle a Martín Carnicero la recomendación, y a toda la gente que nos pasa proyecos tan chulos como este. 

Profundizando en la música: La fusión perfecta con el jazz viene de la mano de Persa
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