Nos encontramos ante la andadura en solitario de uno de los Kies, la cual podríamos decir que es casi su primer largo, tras algunos singles el año pasado y el EP de diez temas Mi casa/ Mis reglas (2015). Para encontrarnos otro trabajo de Locus debemos remontarnos hasta 1998, en que el artista lanzó "Un día más en la vida de un Don Nadie".
Su compañero Nerviozzo le precedió en esta aventura, con el disco "Colapso Nerviozzo" hace escasos dos años, que no estuvo exento de polémica debido a un retraso en la entrega de las recompensas ofrecidas por Crowdfunding a los mecenas, debido a unas malas gestiones del propio artista, que no por su propia voluntad como él mismo explicó en un comunicado.
Uno puede dar al play a "Kraken" buscando el sonido hardcore que Duo Kie a mantenido, la contundencia en letras o esa simpatía hardcore-fiestera que tanto se agradece en directos, pero Locus ha querido desvincularse de esta visión y explorar otros senderos musicales, así que encontraremos algo distinto a lo que veníamos buscando si queríamos una expansión de lo que es su grupo.
Abundan los estribillos delegados, es decir, el peso de las colaboraciones suele recaer en estribillos de artistas ajenos al rap que aportan su granito musical para que el colchón musical se amolde a Locus y la canción compacte. Así, encontramos a Hada Guldis en la introducción del disco o Dani Killah en el tema "Hacemos Magia", entre otros artistas que aportan su estilo para vestir la obra de Locus.
Otro punto notable lo encontramos en las temáticas, abundan las continuas referencias al amor y a la autosuperación. De hecho, estos son los dos pilares del disco en cuanto a temáticas, su columna vertebral. El corte "Diamante" puede ser un buen ejemplo de ello.
En esta vertiente de superación, en la que Locus da consejos y se acerca hacia "El libro de autoayuda", el artista puede recordarnos a mc,s como El Chojin, que parece haber tomado o incrementado esta faceta propia en los últimos años.
Quizás lo más característico del disco sea la variedad instrumental, alejada esta vez de ese hardcore simpático de Duo Kie, permitiendo a Locus una profundidad de letras mayor que lo hasta ahora visto.
Olvidaros de los bombos-caja de toda la vida para sustituirlos por música de subidón antes de que rompa en algo distinto, con mucho toque de piano y canción de autor. Mezcla que da lugar a un paisaje musical bonito y esperanzador; fiestero a veces en las subidas. Buen ejemplo de esto puede ser el track "Tan sólo unos pasos más" (con Martha Carpe).
Como oyente, encuentro las métricas un poco simples, al ser la mayoría pareados. Se agradecen las canciones más metralleras, en las que se rapea a mayor número de bpm,s.
Otro punto en contra, que siempre advertí en Locus y que para mí sigue siendo evidente, es el hecho de que estire algunos finales de frase al puro estilo Supernafamacho, no para que encajen las frases, si no como una muestra de estilo, que a mí, irremediablemente, me recuerda a él y que no llega a convencerme en Locus.
La nota raper la ponen colaboraciones como la de Charly Efe; o Zpu con Ambkor.
Nos encontramos ante un Locus más profundo, tanto en rapeos como musicalmente, creando un nuevo concepto que lo identifica como lo que él es : "Kraken", y lo desvincula del hardcore que se esperaría de su grupo, pero no de él.