Kneecap, la película, ha llegado ya a los cines españoles. Un film con poca promo y pocos horarios, pero aun así una cita cinéfila a la que todos los amantes del rap deberían acudir y que nos cuenta la (ciertamente bastante increíble) historia del trío irlandés y de como se conformó uno de los grupos revelación del país en este momento.
Vamos a ver por qué es tan especial Kneecap, grupo y película, y os vamos a dar las claves de por qué para nosotros es un film que no debería pasar desapercibido para los amantes del género en España.
La increíble historia de Kneecap: Censura en Belfast
Formado por Mo Chara, Móglaí Bap y DJ Próvaí, Kneecap inició su trayectoria en 2017 con su primer sencillo "C.E.A.R.T.A." (que significa "Derechos" en irlandés). La canción nació de una experiencia personal de Móglaí Bap, quien tuvo un altercado con la policía tras participar en una acción en defensa del idioma irlandés en Belfast.
Una de las características más distintivas de Kneecap es la alternancia entre el inglés y el irlandés en sus canciones, lo que añade un fuerte componente identitario a su música. El uso del irlandés no es solo un recurso estético, sino un acto de resistencia cultural. En un contexto en el que el idioma ha sido históricamente reprimido, Kneecap lo utiliza como símbolo de orgullo y reivindicación, convirtiéndolo en un elemento esencial de su identidad artística y política.
El debut del grupo no estuvo libre de controversias. Su primer sencillo fue censurado por RTÉ Raidió na Gaeltachta, la radio irlandesa, debido a sus referencias a las drogas y a su lenguaje explícito. Sin embargo, los fans del grupo lanzaron una petición para que la canción volviera a ser transmitida, argumentando que la propuesta de Kneecap es una representación satírica de la vida de los jóvenes en Belfast.
Kneecap ha logrado captar la atención no solo por su estilo musical, sino también por sus letras cargadas de contenido político y social. Sus canciones abordan temas como el republicanismo irlandés, la cultura juvenil y la resistencia política, dentro de un marco de rap que combina lo local con lo global. En resumen, otro ejemplo de que el rap, por encima de todo, siempre será un medio a través del cual protestar ante la injusticia.
Kneecap: Drogas, sexo y reivindicación
El impresionante film nos relata esta historia, y ciertamente está lejos de ser una película mala. Contando con el inesperado apoyo de Michael Fassbender, la película cuenta la historia de este peculiar grupo con un tono sarcástico y rebelde, sin autocensurar su relación estrecha con las drogas a lo largo de la misma.
No es una alabanza al grupo, que plantea sinceramente a sus tres integrantes como personajes poco funcionales y llenos de fallos, pero con una idea en mente: Reivindicar el uso del irlandés en Irlanda del Norte, protestar contra los británicos y hacer rap. De esta forma, a través de la música, el humor y momentos tremendamente surrealistas, se nos cuelan los ideales y reivindicaciones del grupo, que van calando conforme avanza la película.
Kneecap no ha venido a vender su imagen, sino a transmitir su mensaje en otro medio distinto al que suelen utilizar. Por otro lado, este medio es espectacular. Si dejásemos a un lado que Kneecap existe, la película podría ser una historia rocambolesca y tremendamente original, entretenida, que cualquier amante del rap disfrutaría igualmente, como se disfruta de clásicos como Ali G.
El rap como medio de protesta
Como bien señala DJ Próvíl al final del film al comparar lo que su grupo hace con lo que sucedió en el Bronx durante el nacimiento del género, esta película y este grupo vuelven a recordarnos una vez más que es eso que hace tan especial al rap: Su capacidad de dar voz.
Podemos decir muchas cosas de este género que tanto nos gusta, pero no que sea una música que se caracterice por la complejidad. Por este mismo motivo está al alcance de todo el mundo, y por este motivo es un altavoz. El rap es accesible, es democrático, y permite que todos retransmitamos nuestro mensaje de frustración.
Kneecap es un claro ejemplo de ello, y ha llegado a los cines para demostrarlo.