Otra semana en la que pasamos de largo Estados Unidos para acudir a Europa, en este caso Francia. Hasta aquí entonces nada inusual, lo extraordinario viene ahora, al revelar la rama del hip hop que vamos a tocar esta semana: El ampliamente marginado beatbox. Pero ojo, en este Lips no nos vamos a encontrar con cuatro trucos de trilero, tampoco con una técnica virtuosa pero repetida una y otra vez, por el contrario, estamos ante un variado espectro sonoro donde todo aquello que identifiquemos con un instrumento no será tal sino la voz de Ekips.
El primer “Holding On” quiere ganársenos yendo a lo básico, a un cuatro por cuatro que se confunde con un sampleo clásico de gusto exquisito. Con eso sobra aunque después nos topemos con el contrapunto entre unas vocales agudas y la calidez de la voz principal capaces de devolvernos a un estado mental soul que sólo parece mantener vivo gente privilegiada como CeeLo Green. Y para rematar la jugada un rapeo propio de un tema de los mejores Wu Tang.
“I Want You” cambia el tono hacia colores funk que permiten seguir meneándonos aunque de otra manera a la vez que muestra la versatilidad de las vocales, capaces de convertirse en unas trompetas que ahora piden colaboración con Bruno Mars. Con dos canciones es suficiente para constatar cómo éstas no sólo llevan al límite a las cuerdas vocales sino que encima se trata de temas resultones que no pecan de simples o incompletos. De hecho, os propongo que pongáis este álbum a un amigo y no le digáis hasta el final que todo lo que ha escuchado era beatbox. Luego haced una foto de su cara.
“Shake It” se mueve con un sabor west coast, ritmo gordo de esos de atardecer, brisa y paz mental, que se combina a la perfección con un r&b sensual lejos de la crispación y el nerviosismo de muchos de los sonidos actuales que controlan el género. Y precisamente gracias a la libertad que le proporciona el beatbox, ese elemento que muchos creen espurio, anécdota extravagante, se permite el lujo de conectar estilos de música negra dentro de la misma atmósfera, como si estuviésemos conduciendo por una carretera sin final escuchando su radio.
“No Shame” pasa ahora al funk alienígena de Zapp con el vibe del “Fever” de Peggy Lee y un flow perruno californiano dispuesto a hacerse un tema con Mr. Capone-E y después con DMX, en lo que sigue siendo un recorrido por todas las zonas geográficas posibles sin que le tiemble el pulso; sin que a nosotros nos chirríe el oído. Poco que añadir entonces a ese final en el que hace sus propios scratches de temas clásicos. Sobrado de confianza se arriesga en “Jazzy” a ampliar su espectro sonoro y entrar en lo que su mismo nombre indica con un tema exclusivamente ‘instrumental’. Hay más, “We Are Trained” posee ese toque swing soul que bien podría haber sido firmado por los OutKast de Idlewild y “Heartbreak” tiene espacio para los sonidos electrónicos ambientales, guiñándole un ojo a Clams Casino y, al mismo tiempo, otro a la dupla Justin Timberlake – Timbaland. El trabajo se cierra con el blues rock macarra de “Route 66”, recordándonos que sí, que ese sonido también forma parte del ADN afroamericano actual.
Trabajo corto pero inmenso del que, esta vez sí, podemos afirmar literalmente que nos deja un magnífico sabor de boca.
https://open.spotify.com/album/4NudNzyxXtd4RXZDZa25O6