El año comienza a carburar y ya se siente el primer aluvión de referencias importantes. Así, en los últimos días hemos podido disfrutar de un variado arco sonoro que va desde el EP de Planet Asia y el homenaje boombap de Venomous2000 & Trilian a los sonidos Bompton de LNDN DRGS & P On the Boards como parte de un tributo al fallecido A$AP Yams, pasando por el rap r&beado y electrizante de Alex Wiley & Mike Gao. Todos ellos firmes candidatos al álbum de la semana. Quizás para otra, porque hoy es el turno del supuestamente neoyorkino Lil Peep.
Tanto su nombre como la portada del trabajo no acompañan precisamente al optimismo, haciéndonos sospechar que, a lo peor, se trata de otra broma para blancos de clase media a lo Riff Raff, a lo mejor, una copia más del triángulo formado por Bones, Yung Lean y Spooky Black. Para evitar prejuicios los primeros acordes de “Hellboy” –sí, conviene hablar de acordes antes que de beats– nos lavan los ojos mientras intentan empañárnoslos. Su sonido oscuro y semiacústico impone antes una atmósfera deprimente que una figura estrambótica, otorgando seriedad a su propuesta. Si a estas alturas del siglo XXI ya comienza a quedar claro que el punk pop de corte emo se ha pasado definitivamente al terreno del rap, Lil Peep se va a esforzar en recalcar que el sucesor de los últimos Blink 182 se encuentra aquí y no en el metalcore de The Amity Affliction.
Ahondando por este sendero, los sintetizadores ochenteros de “Drive” junto al peso pesado de estas atmósferas que es Xavier Wulf, tratan de unir las distintas atmósferas mentales del joven sin rumbo que navega por la red mientras sueña con ser todos esos héroes que le han vendido como futuro pero que jamás encarnará. Por eso escupe su corazón en la cruda “Omfg”, digna sucesora de El guardián entre el centeno. Y si alguien todavía no le comprende, que reflexione por qué cuesta más leer el título de la siguiente “The Song They Played (When I Crashed Into The Wall)” (con Lil Tracy) que escuchar este tema de apenas dos minutos. Qué está intentando expresar más allá de lo obvio.
“Fucked Up”, “Cobain”, “Gucci Mane”, “Interlube”… tratan de ser cortes melódicos, country, rockeros, negros, cualquier cosa para rellenar esa falta de identidad, su falso hedonismo y falso cinismo –paradigmáticos en “Girls”–, incapaz de copiar tal cual las actitudes de sus primos de los ochenta y noventa. Pero no todo es ausencia y falta, hay algo que define este Hellyboy aparte de una depresión de caballo. Los dieciséis temas que componen este trabajo tienen como característica común unos punteos punk rock que evitan la adrenalina por su toque folk, una atmósfera House Witch sin club donde ser pinchada y letras que, antes que rimas, buscan ser punzadas en el estómago, esperando conseguir la fuerza suficiente para poder ser expulsadas a tiempo.
https://soundcloud.com/lil_peep/sets/hellboy