Tras una adolescencia complicada, en la que llegó a pasar dos meses en la cárcel por agresión, e influido por el éxito de su hermano con el grupo New Kids on the Block, el por entonces rapero Marky Mark fundó su propio grupo musical. La irreverente banda Marky Mark & The Funky Bunch no tardó en fracasar, pero aún así sacó canciones como "Wildside", "Gonna Have A Good Time", "I Need Money" entre otros. Gracias a esto consiguió la fama necesaria para fichar por Calvin Klein en una de las más recordadas campañas de la firma que protagonizó junto a Kate Moss. Por aquel entonces Mark tenía un look de los más hiphopero, en el que los pantalones XXL, las cadenas de oro y las gorras hacia atrás casi pasaban desapercibidos gracias a su inclinación por lucir abdominales en cuanto le era posible.
Al poco tiempo de debutar en el cine con la mediocre cinta de terror 'La sustituta', su carrera tomó impulso gracias a Paul Thomas Anderson, que le fichó para su inolvidable (y no sólo por la escena final) papel en 'Boogie Nights'. Tras este importante trabajo continuó una carrera en la que ha trabajado a las órdenes de grandes directores como Tim Burton, Wolfgang Petersen, Martin Scorsese, Peter Jackson y por supuesto David O. Russell, con el que ha trabajado en 'Tres Reyes', 'Extrañas coincidencias' y 'The Fighter'.