La polémica alrededor de Kneecap tras su reciente actuación en Coachella 2025, ha alcanzado un nuevo nivel. Durante su presentación, proyectaron imágenes pro-Palestina y lanzaron mensajes contra Israel y el apoyo militar de Estados Unidos, lo que desató reacciones inmediatas.
Para las autoridades fue cruzar una línea roja, por lo que se ha pedido la revocación del visado de los integrantes del grupo, acusándolos de fomentar el odio y apoyar a organizaciones extremistas.
Investigaciones en el Reino Unido y críticas desde Hollywood
Lo cierto es que los irlandeses han revuelto todos los avisperos posibles, labrándose una fama internacional, y disparando a todo lo que consideran injusto. Por ello, su paso por el Coachella parece que ha sido la excusa perfecta para que todos los que le tienen ganas, vayan a por ellos.
En Reino Unido su situación legal de también se complica. La policía está investigando vídeos donde miembros del grupo habrían hecho comentarios controvertidos durante un concierto incitando a la violencia. Las autoridades británicas han remitido los casos a unidades antiterroristas para evaluar si se justifica una investigación formal, envolviendo a los irlandeses en un torbellino de problemas legales.
Kneecap responde: "No nos van a silenciar"
Lejos de recular, el grupo ha utilizado sus redes para responder con fuerza. Alegan que están siendo víctimas de una campaña de desprestigio y aseguran que no se van a disculpar por decir lo que piensan. Para ellos, lo que hacen no es más que usar su plataforma para amplificar mensajes incómodos, pero necesarios.
Además, advierten que a su vez tomarán acciones legales contra lo que consideran una serie de ataques coordinados con el objetivo de silenciar su mensaje político. El trío insiste en que seguirá alzando la voz contra lo que ellos consideran injusticias, especialmente en relación con Palestina.
¿Podrá Kneecap con la tormenta que se les avecina?
La polémica está lejos de terminar, y lo cierto es que Kneecap no parece tener intención de bajar el tono. Para algunos, son la nueva voz rebelde del rap europeo, una especie de Public Enemy del siglo XXI. Para las autoridades británicas y estadounidenses, se trata de activistas peligrosos disfrazados de artistas.
Lo que nadie puede negar es que su música ha dejado de ser solo música. En medio de festivales, investigaciones policiales y debates globales sobre libertad de expresión, Kneecap ha logrado convertirse en todo un icono actual en la música internacional.