En esta web llevamos tiempo siguiendo el caso de "La Insurgencia" un colectivo de MC's de carácter revolucionario que como bien os contábamos hace unos días han sido acusados de enaltecimiento del terrorismos y por ello condenados a 2 años y un día de cárcel. Ya es bien conocido el caso de muchos artistas en nuestro país encausados por tónicas similares, como: Pablo Hásel, César Strawberry, Valtonyc...etc. Está vez le ha tocado a ellos, pero a este paso la "censura" que acabará existiendo en este país puede que nos deje sin rap. Con todo este preámbulo hemos tenido la oportunidad de entrevistar a uno de sus miembros y que nos cuente de primera mano que está pasando con su caso.
Empezamos un poco a modo de introducción. La Insurgencia es un colectivo que agrupa un montón de artistas de zonas geográficas muy dispares. ¿Cómo surgió está idea?
- Yo llegué cuando el colectivo llevaba unos dos años creado. La idea surgió con el fin de agrupar a diversos artistas que dieran un mensaje revolucionario en sus letras, y así canalizarlo mejor.
Vale sigamos desde ahí, háblanos un poco no sólo de tus inicios como artista sino también los primeros pasos con las ideas marxistas, y que tienes en ambas por inspiración. Y, ¿que dirías que surgió primero, artista que se compromete con la revolución o revolucionario que usa el arte como medio de difusión?
- Primero surgió el rapero, llevo aproximadamente desde los 7 años escuchando rap, y a los 12-13 empecé escribiendo alguna cosilla. Lo hice de forma poco seria durante años, como desahogo cuando lo necesitaba, o para hablar de chorradas que vivía con mis colegas, para compartirlo con ellos. Años más tarde, cuando me interesé en la política, y vi que la solución a los problemas más graves del mundo era acabar con el sistema capitalista, sentí la necesidad de hacer este tipo de rap.
Siguiendo un poco con la temática de tus letras. En un país como España que ha sido castigado 37 años por una dictadura fascista, ¿cómo de difícil es hacer pedagogía sobre la ideología marxista? y sobre todo, para ti, ¿cómo encaja el rap y el arte general en la revolución?
- Quiero aclarar algo, y es que la dictadura fascista no acabó. No es tan abierta como antes, pero sigue existiendo. Ganaron la guerra los fascistas, y en la supuesta transición, hubo maquillaje pero no depuración, los torturadores y fascistas no pagaron por sus crímenes, y no sólo eso, si no que ocuparon cargos más importantes y se forraron aun más. El Tribunal de Orden Público creado por los fascistas, que perseguía todo lo contrario al régimen, pasó a llamarse Audiencia Nacional (la que nos ha condenado a nosotros), que lleva las mismas tareas de persecución, y ni siquiera cambiaron a los jueces entonces.
Un Estado que condena a prisión por opinar, como el tuitero Alfredo Remírez, que lleva más de un mes preso, un Estado que va a meter a 12 raperos en la cárcel por hacer canciones, y tantos y tantos casos más, es un Estado fascista.
Recordar exterminios en prisión te puede llevar a prisión, como es el caso de Isabel Aparicio, una ex militante del Partido Comunista Reconstituido que acabó muriendo en 2014 en la cárcel por desatención médica durante años. En el juicio que tuvimos los 12 raperos, a unos cuantos se nos citó frases de canciones donde denunciamos este caso de exterminio, por ejemplo a mí, por decir textualmente “Nunca en el olvido, Isabel”.
Expandir el mensaje es complicado, el lavado de cerebro es brutal. Los medios de manipulación mienten y desvían la atención, la radio mueve música para no pensar y para pudrir la sociedad. Está normalizado el discurso de la violación y el acoso, el de tomar drogas, el del consumismo enfermo y un largo etcétera. Pero aún con tantos estímulos dirigidos a que seamos loros sumisos, cada vez hay más gente que abre los ojos y empieza a tener inquietudes. El arte revolucionario es clave para elevar la conciencia de las masas, y en concreto el rap (aunque también lo haya corrompido el capitalismo), nació para denunciar injusticias, además, se puede decir mucho en muy poco tiempo, va muy bien para “mover neuronas”.
Y desde que empezaste hasta ahora, ¿como ves la evolución del rap? ¿Crees que hay grandes promesas en el panorama nacional?
- No veo evolución en el rap como tal. Al igual que en la sociedad, las cosas van degenerando. Todo se va convirtiendo en plástico. Veo que ahora más que nunca se valora la estética. Videoclips guapos más valorados que la canción en sí. Si no hay vídeo guapo, exagerando un poco, la canción parece que no existe. Y todo parece cada vez más de usar y tirar, un rapero peta de un día para otro y a los meses ya nadie se acuerda de él.
Luego, por otro lado, sí que hay más chavales que están tomando conciencia con el rap y usándolo para empujar a más gente a luchar.
A parte de eso, lo que sí veo, es una evolución en la tecnología y en las posibilidades para hacer música. Ahora cualquiera puede hacer maravillas con los conocimientos necesarios y con poco material.
Y no veo ahora ninguna promesa del rap, aunque hay peña haciendo cosas buenas.
Ahora mismo si hubiese alguien que quisiese iniciarse en el rap político o simplemente concienciarse con los problemas de clase, ¿qué libro les recomendarías y qué grupos de música? No tiene porque ser necesariamente rap.
- Recomendaría leer en profundidad “El manifiesto comunista” de Marx y Engels. Y también “Principios elementales y fundamentales de la filosofía” de George Politzer. Fueron los primeros libros sobre teoría marxista que leí, y han sido fundamentales para entender muchas cosas. En cuanto a música, recomendaría a Siker o a Pablo Hasél ahora mismo. Fuera del rap a RPG-7.
Nos gustaría que nos comentases dónde podremos verte actuar dentro de poco y que proyectos tienes en mente para el futuro
- Yo el próximo concierto lo tendré el 10 de Febrero en Pola de Siero (Asturias). Ahora mismo estoy produciendo instrumentales y acumulando letras. Hace poco estrené un catálogo de beats que poco a poco voy a ir ampliando. Aún no tengo decidido si iré sacando temas sueltos, o me embarcaré en un nuevo disco. Si me decanto por esta última opción, me daré algo de vida, ya que puede que me quede poco fuera de la cárcel.
