En esta nueva entrega de nuestra sección de recomendaciones, venimos con un trabajo reciente que nos ha vuelto locos. Vamos a hablar de La Calle del Infierno, de los sevillanos Danié y Lasio.
Un trabajo que salió hace un mes, que suena como una bomba atómica y que consideramos que debería tener más repercusión en la escena por méritos propios y acumulados de sus autores.
Vamos a hablar un poco sobre La Calle del Infierno.
Veteranos de la escena
Los autores de este disco no son novatos. Danié y Lasio llevan rodando desde el 2009 como SVQ, periodo a lo largo del cual, han dado a luz a diversos trabajos que podréis explorar desde su canal Descampaos y Plazoletas. Toda la experiencia recogida a lo largo de estos años se refleja claramente en este nuevo trabajo, pero de esto hablaremos un poco más adelante.
Lasio es, además, un personaje reiterado en la escena under (y no tan under) española. No puedo decir realmente en que momento leí su nombre por primera vez, pero me lo he encontrado repetidas veces a lo largo de mi relación con el rap español, siempre asociado a un trabajo de calidad.
Por poner un ejemplo que conoceremos todos, es productor del (ahora convertido en clásico) tema de Natos y Waor, Generación Perdida. Lasio ha hecho mucho por la escena nacional, y en La Calle del Infierno se notan las tablas de todos estos años.
Vamos a entrar en materia
La Calle del Infierno es un trabajo peculiar. Para la gente que haya empezado a escuchar rap español allá por los 2000, tendrá un encanto especial en sus 8 tracks que se quedan escasos para el oído.
El disco entero arropa un sonido, una esencia, que suena a hace 20 años, cuando prácticamente el 80% de tus artistas favoritos no vivían de la música, grababan en su casa y te los podías encontrar de cañas si vivíais en la misma ciudad. Y esa esencia, hace que ponerse este disco, me ponga los pelos como escarpias.
Ya lo dicen ellos mismos: "Ya no grabamos en un cuarto con un micro de 50 pavos y un colchón de aislante, pero sí que seguimos siendo los mismos". Y es que la producción, tiene un aire clásico, con mucho bombo y caja, y un uso abundante de samples, que cada vez escasean más en los artistas nacionales.
Puede que al leer esto, como nos pasa en IG, me venga alguien a decir "Pesao, pureta, solo os gusta lo viejo, actualízate". Lo guapo de La Calle del Infierno, es que mantiene esta esencia, pero suena actual.
El disco rompe las dinámicas de boom bap clásico, mezclándolo con fuertes retazos de música andaluza, como por ejemplo en el tema La Cárcel junto a Juaki Cala, con un estribillo que le da vida y movimiento, en La Noria, junto a Sokez, o con el propio Danié modificando la voz en Los Coches Locos. O temas directamente que se salen de esta trayectoria, como Los Fuegos, que cierra el disco con otro tono totalmente diferente.
En definitiva, un disco con esencia a clásico, pero actualizado, dinámico, que se permite jugar y respirar, en vez de caer en el rap estricto, para traernos joyitas como El Ratón Vacilón con Massori. Un tema que, por otro lado, también nos retrae a los 2000 con su sonido desenfadado y divertido.
Letras incendiarias
Si la producción desde luego es un ingrediente clave para generar este efecto, hay que reconocer el 50% de mérito de las líricas.
Las letras de La Calle del Infierrno son BRUTALES. En todos sus aspectos. Desde el tono rasposo y grave de las voces, que además se dinamizan a lo largo de un trabajo que en realidad es corto, se nos cuela por el oído hasta remover algo dentro.
A esto se le añade una crítica dura y desabrida, que le da un tono ácido al disco, pero que a la vez no cae en simpleces, buscando darle una vuelta de tuerca a la forma para que implique arte en su presentación. El resultado es maravilloso. La representación de una ciudad, pero adornada en la forma, en unas letras que son de premio.
Os recomendamos tremendamente darle una oportunidad a este trabajo, porque es, de momento, uno de nuestros favoritos en lo que llevamos de año. Danié y Lasio han hecho una auténtica maravilla que merece llegar a más oídos.
Gracias por la recomendación a Enrique Decasimiro